miércoles, 10 de junio de 2009

ABUSOS DE FERNANDO LUGO

ABUSOS DE FERNANDO LUGO

Aunque por medio de un fuerte operativo de prensa el gobierno del obispo Fernando Lugo ha instrumentado a sus periodistas para intentar diluir el tema del estupro confesado por el clérigo, la reacción de rechazo es notoria.

La reacción de repudio de la feligresía en Paraguay hacia el obispo abusador no es un caso único precisamente.

Un tiempo atrás, medio centenar de personas intentó matar a un sacerdote que supuestamente manoseó a niños durante las clases de catecismo, informaron hoy las autoridades del municipio mexicano de Llera, en el norteño estado de Tamaulipas.
El comandante de la Policía Ministerial del Estado (PME), Gilberto García, precisó que el linchamiento del padre Joaquín Irepón Núñez se logró evitar gracias a la intervención de las autoridades de la localidad de Llera, a unos 80 kilómetros de Ciudad Victoria, la capital del estado.
García indicó que el párroco de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Llera fue trasladado a la capital, junto con dos religiosas, tras haber sido "rescatado" de la parroquia, donde se protegía del grupo que pretendía lincharle.
El jefe policial explicó que el lunes por la noche recibió una llamada de auxilio del delegado de Seguridad Pública de Llera, Norberto Mata, pidiendo apoyo para evitar que la turba ingresara a la parroquia.
Los exaltados manifestantes denunciaron que el sacerdote "hacía proposiciones indecorosas" y "tocamientos sexuales a las niñas y niños" que acudían al catecismo y a misa.
El padre Irepón Núñez llegó a esa parroquia el 19 de agosto, procedente de Jaumave, localidad que abandonó por problemas similares.

NIÑOS SORDOMUDOS ABUSADOS POR CURAS

Mientras en Paraguay el obispo Fernando Lugo reconoció haber cometido estupro, niños sordomudos denunciaron haber sido violados por curas en Verona.

Sesenta y siete ex alumnos de un internado para niños sordomudos de Verona se han unido para denunciar públicamente los abusos sexuales sufridos durante 30 años a manos de 25 curas y religiosos del centro.

La noticia, publicada ayer por la revista L"Espresso, ha salido a la luz porque las víctimas han decidido hablar al comprobar que algunos de los sacerdotes acusados siguen trabajando en el Instituto Antonio Provolo, y para evitar que su “horrible experiencia” les suceda a otros. Los ex alumnos, mujeres y hombres cuyas edades fluctúan entre los 41 y 70 años, han contado por escrito y a través de videos que han decidido decir la verdad sólo ahora animados por la firme condena del papa Benedicto XVI a los sacerdotes pedófilos estadounidenses.

Los abusos comenzaron en los años 50 y duraron, aseguran los testimonios, hasta 1984, fecha en la que el denunciante más joven abandonó la institución. El Instituto Provolo estaba considerado hasta los años 80 como un centro ejemplar, especializado en acoger a niños huérfanos y con discapacidades.

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