Dicen quienes conocen la historia, que la ortodoxia de hoy bien puede ser la herejía de mañana, algo que permite deducir que las cruzadas contra herejes no son en el fondo una cuestión de fe, sino de vengar el desacato de los infieles y reducirlos por la fuerza.
La historia católica recuerda que las persecuciones de herejes desatadas por la jerarquía esclesiástica constituyeron una espléndida fuente de confiscaciones, y que los legados papales lograban sumar soldados a sus expediciones punitivas prometiendo propiedad de tierras conquistadas, dispensa del pago de intereses en las deudas, inmunidad ante las cortes civiles, absolución de pecados y todo tipo de indulgencias. Así se constituyó el ejército que durante los años 1209 y 1244, por iniciativa del papa Inocencio III y con el apoyo de la dinastía de los Capetos (reyes de Francia en la época), desató una cacería de albigenses, cuya principal herejía era predicar la humildad y la pobreza.
Muerto Inocencio III su cruzada pasó a Honorio III, luego a Gregorio IX (tío del futuro Alejandro IV y sobrino de Inocencia III, quien a su vez era sobrino de Clemente III) y luego a Inocencio IV. En Agen fueron quemados ochenta de estos excomulgados, en Narbona unos doscientos fueron arrojados a una enorme hoguera que el arzobispo encendió en el Prat des cramats, al pie del castillo de Montsegur.
En la catedral de Saint Nazair mataron a doce mil, en tanto el obispo Folque de Tolosa en su obispado mató a diez mil, y así sucesivamente.
Un heredero de tales historias, el obispo católico Fernando Lugo, investido por eunucos políticos como presidente del Paraguay, ha desatado en su feudo una cruzada parecida contra el desacato, y contra el mismo grupo que se constituyó en su soporte político en sus inicios, importando desde Colombia el método de la ejecución extrajudicial.
EJECUTADOS EXTRAJUDICIALMENTE Y TORTURADOS
El gobierno del falso izquierdista Fernando Lugo, quien ha importado métodos desde la ensangrentada Colombia, sigue en ese contexto ofreciendo recompensas e indulgencias y ejecutando extrajudicialmente a campesinos excomulgados.
Llama la atención que ninguno de los supuestos guerrilleros es tomado prisionero. Evidentemente, tienen mucho que decir y esto puede comprometer al gobierno, sobre todo a su cabeza el cura, antiguo maestro del grupo EPP.
En el velatorio de Gabriel Zárate Cardozo, el dirigente rural Antonio Sanabria, vocero de la familia del asesinado, hizo fuertes acusaciones contra el presidente Fernando Lugo y el ministro del Interior Rafael Filizzola. También cuestionó el trabajo de los policías, sosteniendo que lo de Zárate Cardozo, se trató de una nueva ejecución.
Denunció que el supuesto integrante del EPP fue torturado salvajemente por sus captores antes de ser asesinado.
Gabriel Zárate Cardozo, al igual que Severiano Martínez, fue ejecutado sin haber sido juzgado, y tras ser abatido por la Policía, fue sepultado este sábado por sus familiares, ante la presencia de muchos pobladores de Sidepar.
Las únicas pruebas en su contra son las palabras de las fiscalas del caso y del ministro del interior.
MÉDICO EXPULSADO DE SALA DE AUTOPSIA POR SEGUNDA VEZ
No sólo es la segunda vez que un miembro del EPP no puede ser capturado vivo, también es la segunda vez que el médico convocado por los familiares para verificar la autopsia es impedido de trabajar por sus colegas del oficialismo luguista.
"Hay muchas cosas raras; yo, así como están las cosas, presumo que fue torturado", expresó este viernes el doctor Flores, quien aseguró acudió al lugar a pedido de los familiares de Zárate.
Incluso señaló que en base a lo que pudo observar durante el tiempo que participó de la autopsia el cuerpo del considerado cabecilla del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), además de las heridas de bala, presentaba raspones en la cara y hasta habló de una eventual fractura de una rodilla.
Según él, el caso es "más delicado que el de Severiano Martínez", el otro ejecutado extrajudicialmente por las fuerzas represivas del nuevo Torquemada, en el Chaco paraguayo.
El médico explicó que fue echado de la sala de autopsia cuando intentó tomar unas fotografías con una cámara digital al cuerpo de Zárate.
LA IZQUIERDA MERCENARIA
La continuada cacería de izquierdistas y el método de ejecución extrajudicial no parecen inmutar a la izquierda mercenaria, que sigue vivando a su rey leproso y mendigando las migajas del banquete a la derecha corrupta, que es la que tiene la sartén por el mango en el Paraguay.
Ninguno de los partidos extintos según las leyes paraguayas, como el Partido Revolucionario Febrerista, Demócrata Cristiano o Partido Comunista, ni las agrupaciones fantasmas gestadas en las ONG conectadas a la embajada norteamericana, como Tekojoja o Pmas, se ha pronunciado respecto a esta extraña cruzada contra militantes de la izquierda marxista, emprendida por un gobierno “izquierdista y bolivariano”, el del falso teólogo de la liberación Fernando Lugo.
Tampoco se escucha una sola palabra ni se lee una sola línea dedicada al caso por los integrantes del Foro Chanta de Sao Paulo, una legión de izquierdistas mercenarios que viaja por toda Latinoamérica a cuenta de los gobiernos socialistas, para “debatir” sobre la problemática social de la región y firmar comunicados de apoyo a los patrocinadores que solventan el periplo.
Toda una magistral demostración de cómo hacerse el chancho rengo, sin ninguna duda, cuando una posición política coherente podría afectar nuestros ingresos.
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