domingo, 25 de septiembre de 2011
Hugo Chávez y la estafa del triunvirato Fernando Lugo-Zucolillo-Rubin
¿Hasta dónde participó el líder venezolano Hugo Chávez en la estafa política perpetrada por el triunvirato Lugo-Zucolillo-Rubin?
Aunque la relación entre el cura Fernando Lugo y su supuesto aliado bolivariano Hugo Chávez lleva bastante tiempo sin manifestarse de manera pública y transparente, no por ello varios puntos oscuros respecto a esta relación dejan de merecer cuando menos una clarificación.
En la úlima década, varios teóricos como Eva Golinger realizaron un encarnizado defensa del líder venezolano y su revolución. En libros como “El Código Chávez”, “La Telaraña Imperial” o “La agresión Permanente” se fueron sumando denuncias sobre la ingerencia de organismos intervencionistas de Estados Unidos (USAID, NED, NDI, Freedom House, etc.) en las políticas que algunos políticos e incluso gobiernos llevan adelante contra sus propios pueblos en la región.
Curiosamente, en uno de estos foros donde se debate la forma de lucha por la soberanía de Latinoamérica, algunos de los grupos relacionados con esos organismos de ingerencia fueron recibidos con los brazos abiertos e incluso fueron dotados de recursos por los mismos bolivarianos, en extraño contubernio con sus supuestos adversarios imperialistas.
Es más, en el momento de mayor auge del “socialismo del siglo XXI” y en el lapso estelar del líder bolivariano Hugo Chávez, una nueva estrella apareció en la constelación de la izquierda bolivariana, por obra y gracia de conocidos publicistas del dictador anticomunista Alfredo Stroessner y fichas del National Endowment for Democracy (Aldo Zucolillo, Humberto Rubín, etc.), periodistas venales cooptados por la AFL-CIO y seudo-socialistas de ONG regadas con fuertes sumas de USAID (Tekojoja-Gestión Local, Pmas-Casa de la Juventud, Guillermina Kanonikoff, Rocío Casco, Karina Rodríguez, Camilo Soares, etc.). No tendría nada de malo si este conglomerado de agentes de la embajada norteamericana de Asunción no hubiera sido presentado, con complicidad de la prensa revolucionaria y bolivariana, como un nuevo movimiento hacia la izquierda chavista en América Latina.
Mentir y engañar es, ciertamente, un oficio muy bien conocido por el think tank de exponentes de ONG que lanzó al estrellato a este oscuro obispo católico, defenestrado por la iglesia a mediados de la década.
Estos personajes no necesitan que se pruebe nada en su contra, ya que ellos mismos sin inhibiciones justifican su simbiosis con USAID, NED, y otros organismos relacionados con la penetración imperialista. Basta leer sus explicaciones en una entrevista realizada por Martha Harnecker y Federico Fuentes, editada en 2008, por el Centro Internacional Miranda, en Venezuela:
“Tienen que entender que una ONG sin donantes en Paraguay no puede trabajar; la posibilidad de contar con voluntarios está muy limitada. En Paraguay, un chico, cuando acaba de cumplir 18 años, tiene que ir a trabajar, sus padres dicen: "Vete a trabajar, necesitamos que ayudes a mantener la familia". Por eso es difícil encontrar voluntarios, difícilmente existen voluntarios cuando todos necesitan ganar algo para ayudar a la familia. Por esto necesitamos fondos para trabajar y hacer proyectos. Y si estos proyectos son fondos de Estados Unidos ¿cuál es el problema? Nosotros siempre presentamos proyectos que apuntan a los objetivos que estamos desarrollando, de dónde venga el dinero que los financian no nos interesa”.
A confesión de parte, relevo de pruebas.
Chávez en entredicho
Las filtraciones de Wikileaks vinieron a confirmar que Lugo y sus secuaces recibían fuerte respaldo de la embajada norteamericana ocupada por James Cason, quien describía al luguismo ante el departamento de estado como “un futuro aliado” de Estados Unidos. Luego ministros de Lugo incluso visitarían la embajada para solicitar equipos de espionaje telefónico para vigilar a sus antagonistas.
Se suman a los cuestionamientos a la actitud social-claudicante de estos supuestos “aliados” bolivarianos como Fernando Lugo, las críticas señaladas por solventes teóricos del socialismo con respecto a Hugo Chávez, ahora sospechado de haber participado del contubernio que posicionó en Paraguay al triunvirato Zucolillo-Lugo-Rubin.
El autor de El Socialismo del Siglo 21, Heinz Dieterich, critica en el mismo sentido a Hugo Chávez: “Si la historia le proporcionó el poder político y el conocimiento científico necesarios, ¿Por qué Hugo Chávez no los aprovechó para el proyecto socialista, sino que realizó una política del capitalismo?
Hay solo dos respuestas: O no había voluntad, o no había la capacidad. Desaprovechó la oportunidad histórica, sustituyendo la transición científica a la nueva civilización por consignas de retórica cristiana, de la ética y de Bolívar, ejecutadas improvisadamente dentro del keynesianismo y la superestructura burguesa. Cambió el plato de oro de la Primera Revolución del Socialismo del Siglo 21 por un plato de lentejas de reformas". Una observación calcada podría realizarse en Paraguay al analizar el desenvolvimiento luguista, si no fuera porque la sombra de una sospecha mayor se cierne .
Para Dieterich “No hay razones para tal supuesto, pese al discurso de la radicalización. Chávez sigue sin estrategia y equipo socialista y en peores condiciones objetivas internas y externas. Y, si en su cenit de poder (2004-2010) no realizó las transformaciones socialistas, menos lo hará ante las elecciones del 2012, que solo puede ganar desplazándose hacia el centro político” . Respecto al empeoramiento de las condiciones objetivas externas, Dieterich puede dar por seguro que el advenimiento al poder del cura Fernando Lugo en Paraguay contribuyó para ello de manera decisiva.
Tanto Chávez como Lugo, al parecer, sólo usaron el socialismo como táctica discursiva, para asustar a la burguesía y activar a las masas, pero nunca se movieron más a la izquierda en la práctica.
¿Hugo Chávez cómplice de la estafa perpetrada por el triunvirato Lugo-Zucolillo-Rubin?
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