viernes, 8 de mayo de 2009

ESCANDALO DE ALTA FERTILIDAD

CRONISTA.COM

El otro gran escándalo es la aparentemente alta fertilidad del presidente de Paraguay, Fernando Lugo. Si no fuera porque es un ex obispo, el revuelo hubiese sido menor.

Basta de gripe porcina a toda hora y en todo lugar!. Que si hubo un caso en Colombia, que en Canadá se contagiaron los cerdos, que en España fue un caso autóctono pero ahora se está tratando de corroborar, que si pandemia o no pandemia, que si vuelos o no-vuelos, que se agotan los barbijos, que si los barbijos no se cambian cada 20 minutos pierden efecto...

“La gente quiere sangre, fútbol, espectáculo”. ¿Qué quién es “la gente”? Bueno, ehhh, no es nada ni nadie. O es “la gente como uno”. Pero en fin. Entre tanta gripe porcina, crisis y Obama, se han colado en estas últimas semanas una serie de escándalos o noticias que vuelven a poner sobre la mesa esa relación particular entre política y espectáculo.

La última novela del cholulaje internacional lo tiene como protagonista a Silvio Berlusconi. En resumidas cuentas la historia viene así: aparentemente Berlusconi (72) siempre fue mujeriego. Pero esta vez se le fue la mano y ahora su esposa le pide el divorcio. Todo comenzó a explotar cuando Il Cavaliere, bajo el argumento de contribuir a la renovación de la clase política, decidió incluir a modelos, misses y mujeres jóvenes del espectáculo como candidatas a las elecciones europeas por su partido, el Pueblo de la Libertad. (¿Habrá sido esto lo que inspiró a Néstor Kirchner a incluir a Nacha?) Y terminó de estallar cuando se conoció la última aventura amorosa con una blonda chica de 18 años que encima, según trascendió, hasta le dice “papi” al premier. Verónica Lario dijo “este hombre no cambia más” y pegó el portazo. Mientras, un reggeaton que corea “Papi, Silvio, papi chulo” hace furor en Italia y las portadas de los grandes diarios italianos no hablan de otra cosa. En Italia, algunos ya especulan que esto no es más que una movida de distracción en medio de una economía que podría contraerse 4,4% este año. Un clásico.

El otro gran escándalo es la aparentemente alta fertilidad del presidente de Paraguay, Fernando Lugo. Si no fuera porque es un ex obispo, el revuelo hubiese sido menor. Pero lo cierto es que “el caso” tiene todos los condimentos para convertirse en un excelente guión cinematográfico. Hasta ahora, él sólo reconoció ser padre de un niño de 2 años. Para los otros casos ha dicho: “Ok, hagamos un ADN”. La oposición –sin pruebas- le endilga 17 hijos, mientras la sociedad en general se debate sobre si coronarlo como héroe (el 90% de los hombres paraguayos no reconoce a sus hijos) o condenarlo por embustero. Todo indicaría, con buen tino según mi opinión, que los paraguayos están haciendo pesar más su programa de gobierno y su propuesta de cambio que los hechos de su vida personal. Claro que las décadas del Partido Colorado en el poder lo ayudan hoy, más que nunca. ¿Perder a Lugo para volver a qué?

También los nicaragüenses tuvieron su culebrón político, aunque no trascendió tanto. Saltó en marzo, cuando un diputado opositor acusó a una diputada del Frente Sandinista (oficialismo) de ofrecerle favores sexuales y “propuestas indecorosas” a cambio de que apoye varias leyes en el Congreso. La diputada en cuestión, llamada Xóchitl Ocampo, tiene apenas 25 años y es una reconocida ex presentadora de un noticiero. Por supuesto que negó los cargos, no sin antes decir que en realidad era el diputado opositor el que siempre le tiraba “piropos”. Ortega no se pronunció y todavía no está claro si la curiosa extorsión existió o no. Pero eso no importa. La prensa se hizo un festín.

Y siguen los casos.

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