jueves, 28 de abril de 2011

Fernando Lugo. El Pastor Mentiroso y el Calvario de Hortensia Morán

Decía Octavio Paz que la mujer tendida o erguida, vestida odesnuda, nunca es ella misma, sentencia que podría explicar la actitud haciaHortensia Morán de muchas de sus congéneres.
En Paraguay, país que como credenciales de culturamachista ostenta el deshonroso récord de ser el último país de la región enconceder el sufragio femenino, las inequidades sufridas por Hortensia, a quiense le conoce un hijo con el cura presidente Fernando Lugo, no tienen nada queenvidiar a los padecimientos sufridos por Flora Tristán.

Ya a finales del siglo XVIII Francisco de Mirandaen una conversación con el alcalde de París, M. Pethion, le había cuestionadola falta de representación de las mujeres en el gobierno francés, a las que sinembargo se les exigía respeto a las leyes que se habían hecho de acuerdo a suvoluntad. En aquella misma ciudad de las luces en cuyo arco del triunfo estátallado el nombre del patriota venezolano, había redactado Olimpia de Gauges en1791 su declaración de los derechos de la mujer, que aún sigue ausente demención en la mayoría de los libros que hablan maravillas de la revoluciónfrancesa.

Sus mismos androcéntricos compañeros de lucha enla revolución francesa enviaron a Olimpia a la guillotina, por la osadía decreer que los derechos ganados para los hombres libres también podrían seraplicados a las mujeres. Está claro que nadie ni siquiera sueña hoy en comparara Olimpia con Dantón o Marat, sería todo un ultraje a la historia machista quepadecemos.

Algo parecido hoy sucede en Paraguay con el librode Hortensia Morán sobre la paternidad irresponsable de Fernando Lugo, el cualintentó ser censurado por la Junta Municipal de Asunción, pero por presión de la prensa yla ciudadanía al final obtuvo espacio para ser lanzado.

EL CALVARIO DE HORTENSIA
El calvario de Hortensia Morán es el mismo quesufren miles y miles de mujeres paraguayas: la opresión de la mujer por elhombre poderoso, en este caso la máxima autoridad del país. Y para colmo, unviejo religioso sin integridad, el cura presidente Fernando Lugo.

La valentía de Lugo para presionar a Hortensia esproporcional a su cobardía ante los poderosos empresarios a los cuales debe elcargo. Su intransigencia con una humilde mujer como ella es tan insistente comosus actitudes claudicantes ante los acaudalados y poderosos del pais.

Las presiones con las que intenta doblegar a Hortensiason tan frecuentes como las que él mismo recibe, aunque la mujer no ceda comolo hace él.

La intentaron convertir en paria, hereje,mujerzuela, pero finalmente el público terminó consagrando su credibilidad. Sulibro " EL PASTOR MENTIROSO" se vende como pan caliente en Paraguay,lo cual significa que acreditan en ella.

Estos hechos deberían indicar algo a los"escépticos", lo mismo que el inocultable parecido entre el hijo detres años y el padre que lo niega.

¿Puede levantar como bandera alguna reivindicaciónalguien como Lujgo, quien niega el derecho a la identidad a su propio hijo?

EL PASTOR MENTIROSO
El libro de Hortensia Morán sobre la paternidadirresponsable de Fernando Lugo, se presentará finalmente el 29 de este mes en la Plaza de la Democracia, a las 19horas, luego del fallido intento del luguismo de censurar la obra. El acto serealizará pese a la hostilidad del gobierno y de un importante sector de laprensa que responde al luguismo.
Morán afirmó que el lanzamiento de su obra tendrálugar en la Plazade la Democracia,en centro de Asunción, luego de varias contramarchas que tuvo en la Municipalidad(Alcaldía) capitalina para el usufructo de ese espacio público.
"Quién no sabe la historia del pastorcillomentiroso, que cuando realmente gritó la verdad nadie le creyó y fuerondevorados sus ovejas", afirmó la mujer al comentar la inspiración deltítulo de la obra.

Morán, de 42 años, de profesión docente y queconoció a Lugo durante la campaña electoral previo a los comicios presidencialesdel 20 de abril de 2008, asegura al igual que muchos allegados que conocían larelación, que el obispo es el padre de uno de sus hijos, que actualmente tienetres años.

El libro de Hortensia, lejos de suscitar algunasolidaridad de las feministas paraguayas, no ha dejado de traerle problemas,sobre todo con familiares de la “ministra de la mujer” Gloria Rubin, quienesmanejan un importante sector de la prensa adversa a la madre del hijo noreconocido por Lugo.

Rosa Luxemburgo, las rusas Alexandra Kollontay,Angélica Balabanoff, N. Krupskaja, o la inglesa Silvia Pankhust pueden seradmiradas por muchas de estas “feministas” paraguayas, pero para ellas laperspectiva de género está lejos de impulsarles a respaldar luchas de mujerescomo Hortensia. La mayoría se siente hoy más bien identificada y con ganas dedefender a un obispo católico jubilado, representante de un culto que niega elsacerdocio a las mujeres, se opone con vehemencia al aborto y en Latinoaméricarepresenta lo más funesto de un pasado genocida.

No en balde se ha dicho que una paradoja es unaverdad que se pone patas para arriba para llamar la atención.

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