Mientras el gobierno de Cristina Fernández se embandera con los Derechos Humanos, su aliado paraguayo Fernando Lugo reprime con ayuda de Colombia y la Embajada norteamericana
Dijo Henry F Amiel que el cielo, el infierno y el mundo entero, está en nosotros., y la historia del cura Fernando Lugo que prometió el paraíso para llevar a su país al infierno de los estados de sitio recurrentes y la violencia política parace corroborar tales palabras.
Incoherente con la propaganda que lo presentaba como referente de la izquierda y la teología de la liberación ante la constelación bolivariana y nuevo aliado de Cristina Fernández en la promoción de lo los Derechos Humanos, pero coherente con sus alianzas retardatarias y con el respaldo que le brindaron Alvaro Uribe y la embajada norteamericana de Asunción, el gobierno del cura Fernando Lugo sigue nuevamente el juego a los fascistoides con los cuales tiene compromisos y la militarización del Paraguay vuelve a ser una amarga realidad.
Curioso marxista bolivariano nuestro cura Fernando Lugo, a quien la guerrilla marxista y bolivariana (“francista”, según ellos mismos) del Ejército del Pueblo Paraguayo declaró la guerra.
"Me alegra que haya un gran sentido de coincidencia con los señores parlamentarios de la necesidad de devolver a la ciudadanía la tranquilidad", había afirmado el cura la primera vez que acató los designios de los retardatarios de poner al Paraguay bajo estado de sitio. Esta vez, como en la anterior, el cura presidente Fernando Lugo adelantó que acompañará la determinación del Congreso sobre la declaración del estado de excepción para combatir a sus ex aliados políticos que hoy se encuentran en la guerrilla, y que lo catalogaron como un traidor y “mulo de la oligarquía”.
Durante el estado de excepción, el Poder Ejecutivo puede ordenar la detención y el traslado de personas, así como prohibir o restringir reuniones públicas y manifestaciones, según la Constitución.
Ejecuciones Extrajudiciales y propaganda falaz
En su reciente incursión el EPP atacó un puesto policial fuertemente armado, por lo que la calificación de “ataque cobarde” que lanza el gobierno es por demás ridículo. Sería afirmar que cuatro cobardes guerrillero se enfrentaron a cinco mil valientes policías entrenados por fuerzas de Estados Unidos y Colombia, y equipados con modernas armas que el ministro Filizzola negoció con Uribe.
Tiempo atrás, el gobierno arzobispal había dispuesto la ejecución extrajudicial de varios integrantes del EPP, entre ellos Severiano Martínez, Gabriel Zárate y Nimio Cardozo, todos ellos capturados con vida y luego de ser salvajemente torturados, asesinados. De ello da fe el análisis del forense Pedro Flores, accesible en la web.
La mayoría de los integrantes del grupo insurgente, sin embargo, eran viejos conocidos del cura y su entorno, quienes fueron sus protectores y encubridores cuando eran insistentemente vinculados a secuestros por los fiscales y los organismos de seguridad. La alianza entre Lugo y los hoy guerrilleros del EPP se consolidó debido a que buscando notoriedad en la prensa militante internacional durante su proselitismo electoral, el cura se proclamó adicto a la teología de la liberación y al socialismo del siglo XXI, capitalizando en su favor los vientos de dicha corriente para ganar las elecciones de abril del 2008.
La ruptura entre Lugo y el grupo marxista se produjo ante la impotencia del cura de tomar medidas conducentes al derrumbe de la estructura empotrada en el politizado y corrupto poder judicial paraguayo, lo cual hubiera permitido a los hoy integrantes del grupo armado enfrentado al gobierno, limpiar sus expedientes de las acusaciones de secuestros y otros episodios.
Un grupo político afín a la guerrilla, el Partido Patria Libre, evidenció la ruptura en sus comunicados acusando al cura Lugo de ser un "payaso vendido a la oligarquía” y más recientemente, el mismo EPP editó su ideario donde acusa a Fernando Lugo de ser un títere de la embajada norteamericana de Asunción, del empresariado fascistoide y ficha del Plan Colombia..
No era ciertamente ése el concepto que vendían durante la campaña electoral del clérigo, a quien presentaban como el mesías predestinado para llevar a su país al paraíso prometido,y apelaban a sus contactos en el exterior para promocionarlo apasionadamente. Así quienes seguimos la campaña de Lugo por Internet pudimos ver como las falacias de sus supuesta militancia en la izquierda de Lugo era repetida como un eco por la prensa bolivariana, la prensa de la Cuba revolucionaria, los adeptos a la presidenta argentina Fernández de la prensa oficialista argentina, e incluso por las FARC.
En la campaña propagandística, junto a esta prensa militante, habían trabajado codo a codo dos publicistas del dictador anticomunista Alfredo Stroessner, Aldo Zucolillo y Humberto Rubin, hoy personeros del National Endowment for Democracy, USAID y la embajada norteamericana en Asunción.
Uno de ellos, el dueño de ABC color Aldo Zucolillo, inclusive defendió en sus editoriales al proceso de reorganización nacional que encabezaban Jorge Rafael Videla y su junta en Argentina, y llegó a hacer negocios con el temible almirante Massera. El cuñado de Zucolillo, Conrado Pappalardo, es recordado como jefe de ceremonias de Stroessner y por haber participado como proveedor de pasaportes en el asesinato en Washington de Orlando Letelier.
¿Un aliado represor de Cristina Fernández en la presidencia del Paraguay? LAW
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