En una lista publicada esta semana por la prensa paraguaya, Hortensia Morán aparece entre los particulares amenazados de secuestro por la guerrilla marxista del EPP.
Si una amenaza pesa sobre todos los ciudadanos como un fantasma desde la llegada al poder del cura Fernando Lugo al poder en Paraguay, es el riesgo de padecer un secuestro.
En este caso, la amenazada mantiene un litigio con el mismo cura Fernando Lugo, quien se niega a reconocer a sus hijos. Se trata de Hortensia Morán, la primera mujer en la historia del Paraguay que llevó a un presidente de la república –para colmo un cura- a realizarse pruebas de ADN.
Según declaró Hortensia en entrevista realizada por Mili Brítez en Teleshow, el secuestro tendría fines políticos para presionar al gobierno, en caso de ser ciertas las amenazas de la guerrilla.
Hortensia Morán es permanentemente atacada desde diversos medios de prensa oficialistas, sobre todo Diario Popular, por lo cual tampoco sería extraño que desde el mismo gobierno se orqueste una campaña para responsabilizar a otros del plagio.
Es frecuente que adeptos al gobierno manifiesten animadversión por Hortensia en las redes sociales y en sus blogs, aunque de un tiempo a esta parte van quedando en notoria minoría.
El acoso a Hortensia
El acoso permanente a Hortensia por parte del poder de turno en Paraguay dejaría pocas dudas sobre quiénes buscarían secuestrarla, en caso de concretarse al amenaza.
Desde que Hortensia cayera en desgracia con el mandón de turno en Paraguay, la campaña en su contra no ha cesado un día. Primero saquearon su fundación, allanamiento mediante, luego dejaron sin luz a una guardería para niños carenciados que había sido exonerada del pago por tales servicios por los anteriores gobiernos.
La guardería en cuestión no ha dejado desde entonces de pasar un día sin ser acosada por supuestos “supervisores” del MEC.
Cuando Hortensia intentó lanzar su libro en un espacio público, previa solicitud de permiso ante la Intendencia de Asunción, una bancada de tiralevitas arzobispales se opuso tenzamente en la Junta Municipal, obligándola a realizar su acto fuera de la capital. En el último de estos incidentes, una barrera de alcotest intentó despojarla de su vehículo por supuestas faltas administrativas, aunque el análisis de alcoholemia haya dado negativo.
Un gobierno de secuestradores
A una mujer indefensa y perseguida como Hortensia no le faltan motivos para temer a la persecución de cualquiera de los bandos que hoy se encuentran en pugna en Paraguay (luguistas y EPP), sobre todo si se cuenta que ambos estuvieron fuertemente ligados en el pasado reciente.
El principal líder el EPP, núcleo que promocionó a Lugo ante la línea dura de la izquierda latinoamericana presentándolo en Venezuela y Cuba como un “marxista y bolivariano obispo de los pobres”, -credenciales que luegodemostraron ser falsas- es un viejo alumno de seminario de Lugo, Alcides Oviedo. La mayoría de los demás integrantes del grupo, acusado de haber materializado y cobrado millonarios rescates por varios secuestros, son adeptos a la teología de la Liberación que según su misma propaganda proselitista, Lugo predicaba entre sus discípulos en Paraguay.
El actual ministro de Justicia de Lugo, Humberto Blasco, apenas llegó al gobierno incluyó en la lista de indultados por fin de año a sus ex compañeros de la juventud liberal que se encontraban purgando una larga condena por haber secuestrado y asesinado al médico Wenceslao Meza, a principios de la década de 1990.
El actual nominado a dirigir Itaipú, nunca aprobado por el Congreso Nacional pero director de facto al fin, Gustavo Codas, intentó asaltar a su propiafamilia para munir de fondos a la organización delictiva que integraba hacia 1976. En el Parlamento Nacional incluso fue acusado de haber intentado secuestrar a su propia madre.
Varios otros personajes del gobierno como Miguel López Perito, Raúl Monte Domecq o Dionisio Borda cuentan con antecedentes similares que fueron prontuariados en tiempos de su asociación criminal en una banda delictiva conocida como “OPM”, que funcionó en la década de 1970.
Hortensia entre dos fuegos
Cuenta la historia de España que las feministas que lucharon por el sufragio para su género durante la república española, el cual de todos modos sería postergado por casi medio siglo de dictadura franquista, no sacaron barata su osadía. Durante la guerra civil española debieron huir temiendo ser fusiladas por cualquiera de los bandos.
La historia hoy parece repetirse en un ignoto país sudamericano, el Paraguay del cura Fernando Lugo, donde se encuentra acorralada entre dos fuegos Hortensia Morán. Buena muestra de la traición a su género de las supuestas “feministas” que cerraron filas en torno a esta gran estafa política.
No en balde se ha dicho que quien no conoce la historia, está condenado a repetirla. LAW
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