Mientras en los discursos el cura Fernando Lugo se jacta de combatir al narcotráfico para complacer a la embajada norteamericana, recibe la visita de reputados miembros del negocio de las drogas
Dicen que la hipocresía es un homenaje que el vicio rinde a la virtud, y cotidianamente lo demuestra el obispo caretón reinante en un paraíso narco. Cotidianamente nuestro héroe el cura con hijos pontifica en favor de las políticas impuestas por la DEA y la CIA en Paraguay en el tema del narcotráfico, pero no tiene inhibiciones para departir con célebres narcos "blanqueados" por el poder mediático.
En ese contexto, Alvaro Uribe almorzó el domingo con su gran amigo y aliado el presidente Fernando Lugo en la estancia de la ganadera Maris Llorens, una exponente de la oligarquía agro-ganadera que en las sombras mueve los hilos del falso teólogo de la liberación.
El ex mandatario colombiano reveló a los medios que durante la charla con Lugo hablaron sobre la colaboración colombiana durante el secuestro de Fidel Zavala y como siempre se hace por cortesía diplomática, le reiteró al mandatario paraguayo su confianza en el potencial paraguayo para su desarrollo.
Lo que no mencionaron los medios paraguayos, tan susceptibles cuando se habla de las drogas en este paraíso narco llamado Paraguay, es que el "ilustre visitante" en los años 90 figuraba en una lista elaborada por Estados Unidos, como uno de los narcotraficantes más peligros de América Latina, rankeado como el número 82. Precisamente "El narcotraficante número 82: Álvaro Uribe Vélez, Presidente de Colombia" es el título de un libro de Sergio Camargo, uno de los tantos autores que se encargó de desenmascarar las vinculaciones del "ilustre visitante" con el submundo de las drogas.
En la misma lista, figuraba justo tres números antes, en el 79, el famoso narcotraficante Pablo Escobar.
Los interesados pueden acceder a una profusa documentación y material audiovisual al respecto en la web, incluido una publicación de la misma revista norteamericana Newsweek.
Entre otros cargos, pesan sobre Uribe haber habilitado avionetas de narcos en tiempos en que manejaba la oficina pertinente. Uno de los testimonios que compromete a Uribe, quien aparece en muchas fotos e incluso videos departiendo socialmente con narcos y paramilitares, es el de la misma ex amante de Escobar Gaviria en su libro "Amando a Pablo, odiando a Escobar".
En 1997 y 1998, agentes de la Administración de Combate contra las Drogas de Estados Unidos (DEA) decomisaron 50 toneladas de un precursor químico usado en el procesamiento de cocaína. Ese químico fue adquirido por una compañía propiedad de Pedro Juan Moreno, quien trabajó con Uribe cuando era gobernador de Antioquía.
Narco News citó información textual de documentos de la Administración de Combate contra las Drogas de Estados Unidos (DEA), en los que se informaba del decomiso de 50 toneladas de permanganato de potasio -un químico necesario en la producción de cocaína- en 1997 y 1998, destinadas a una compañía propiedad del jefe de campaña de Uribe, Pedro Juan Moreno Villa.
Los embarques no reportados del señor Moreno en lo que la DEA llama la Lista II de Sustancias Controladas constituían un volumen suficiente para fabricar 500 toneladas de hidroclorato de cocaína, con un valor en las calles de 15 mil millones de dólares. Ya que el permanganato de potasio no se produce en Sudamérica, donde crece la hoja de coca, quien controle el mercado del químico en Colombia controla el comercio de cocaína. El ex jefe de la DEA Donnie Marshall afirmó en agosto 3 de 2001, en un documento de la DEA, que la compañía de Moreno, GMP Productos Químicos, era la única gran importadora del compuesto entre 1994 y 1998, casi los mismos años en que Uribe era gobernador del estado de Antioquía y Moreno era su secretario de gobierno.
Un libro que es bestseller sobre el comercio de droga, titulado Los jinetes de la cocaína, consigna que Uribe se pronunció a favor de un progama de viviendas de bajo costo en Medellín, que fue financiado por el señor de la droga Pablo Escobar cuando Uribe era alcalde de esa ciudad en 1982.
Según Newsweek "los Ochoa eran miembros prominentes del cartel de la droga de Medellín liderado por Escobar durante su apogeo, y Uribe reconoció que su padre tuvo una larga amistad con el recientemente fallecido patriarca Fabio Ochoa", con quien incluso lo liga su propio árbol genealógico. El abuelo de Álvaro Uribe Vélez fue Martín Emilio Vélez Ochoa (hermano de Roberto y cuñado de Norma) y el abuelo de Jorge Luis Ochoa Vásquez fue Tulio Ochoa. Estos abuelos, a su vez, eran hijos, respectivamente, de Laura y Abelardo Ochoa Restrepo, señala como dato indicativo de la raigambre familiar el historiador colombiano Julio César García Vázquez, aunque ya sabemos que los parientes no se eligen y son lo peores, al decir del mismo Fernando Lugo. LAW
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